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Chemex

Hay algo casi poético en preparar café con una Chemex. La luz de la mañana atraviesa el vidrio en forma de reloj de arena, mientras el agua cae en finos hilos sobre el café, llenando el ambiente con un aroma floral y dulce. Este método de filtrado, emblemático por su elegancia, resalta la claridad y pureza de cada origen. Imagina granos de café colombiano de altura, con notas a caramelo y cítricos, transformándose lentamente en una infusión limpia y fragante. Preparar una Chemex es tomarse un momento para uno mismo: es un ritual de paciencia y cariño, recompensado con una taza suave y brillante que invita a saborear la vida sorbo a sorbo.

Qué necesitas

  • Chemex (cafetera de vidrio con filtro de papel grueso cónico).
  • Filtros de papel para Chemex, de tamaño adecuado a tu cafetera.
  • Café colombiano de especialidad, molido medio-grueso (similar a la sal gruesa o arena de playa). Cantidad:aprox. 15 g de café por cada 250 ml de agua (ajusta según el tamaño de tu Chemex; por ejemplo, ~30 g para 500 ml).
  • Agua filtrada caliente, entre 92°C y 96°C (justo al hervir, deja reposar el agua unos 30 segundos).
  • Hervidor con pico fino (tipo “gooseneck”) – opcional pero muy útil para un vertido controlado.
  • Balanza de cocina (opcional): te ayudará a medir tanto el agua como el café con precisión para resultados consistentes.
  • Cronómetro o temporizador (opcional): para llevar el control de los tiempos de vertido e infusión.

Preparación paso a paso

  1. Calienta el agua y prepara el filtro: Pon a calentar el agua hasta casi ebullición. Mientras tanto, coloca el filtro de papel en la Chemex, asegurándote de que el lado de triple capa quede hacia el pico vertedor (esto previene roturas y permite un flujo de aire adecuado). Enjuaga el filtro con agua caliente abundante, empapándolo bien. Esto calienta la Chemex y elimina cualquier sabor a papel del filtro. Descarta el agua de enjuague antes de continuar.
  2. Añade el café molido: Coloca el café molido medio-grueso en el filtro húmedo, distribuido de forma uniforme. Sacude suavemente la Chemex para nivelar la cama de café. El café recién molido de Colombia desprende ya su fragancia dulce antes de siquiera añadir agua.
  3. Primer vertido (pre-infusión): Comienza vertiendo lentamente agua caliente sobre el café, empezando desde el centro hacia los bordes, en círculos pequeños. Agrega solo el agua suficiente para humedecer todo el café (aprox. el doble del peso del café, por ejemplo unos 30 ml si usaste 15 g de café). Al contacto con el agua, el café se hincha y libera dióxido de carbono: verás cómo se forma una espuma ligera en la superficie. Deja que el café libere sus aromas y descansa unos 30-45 segundos. En este tiempo, el café “respira” y se activa el sabor de los granos, preparándolos para la extracción completa.
  4. Vertido principal: Tras la pre-infusión, continúa vertiendo el resto del agua de forma lenta y constante. Hazlo en movimientos circulares suaves, evitando las paredes del filtro directamente (así toda el agua pasa a través del café). Si tienes una balanza, puedes verter en intervalos, manteniendo un flujo uniforme: por ejemplo, lleva el total a 250 ml, espera que baje un poco, luego hasta 500 ml, y así sucesivamente si estás preparando más tazas. Procura que el vertido total dure unos 3 a 4 minutos, tiempo en el cual el agua irá goteando hacia la parte inferior de la Chemex.
  5. Retira el filtro: Una vez que notas que deja de gotear agua a la base (el filtrado se ha completado) retira con cuidado el filtro con los posos de café y deséchalo. Hazlo lentamente para no derramar ni dejar que gotee fuera.
  6. Sirve el café: Sujeta la Chemex por el cuello de madera (que para eso está, ¡para no quemarte!) y sirve el café filtrado en tu taza favorita. Observa su color claro y brillante. Acércalo a tu nariz: sentirás las notas sutiles y delicadas de tu café colombiano, listas para disfrutarse.
  7. Degusta con calma: Prueba un sorbo, siente la limpieza en boca y cómo se distinguen las notas de sabor: quizás frutos cítricos, jazmín o chocolate, dependiendo del grano que usaste. La Chemex destaca esos matices con elegancia. Es un café para saborear sin prisa, disfrutando el momento.

Consejos adicionales