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Prensa Francesa

Imagina una mañana tranquila en las montañas colombianas: el aire fresco, el suave murmullo de la niebla dissipándose y ese aroma inconfundible de café recién hecho. Preparar café en prensa francesa te envuelve en esa calidez desde el primer momento. Este método de inmersión resalta el cuerpo y los sabores dulces de los granos colombianos, entregándote una taza rica y acogedora. Es un ritual sencillo pero elegante: mientras presionas el émbolo, sientes cómo el café libera todo su carácter. Cada sorbo es un abrazo matutino, una conexión directa con el origen perfecto de nuestros granos.

Qué necesitas

  • Prensa francesa (cafetera de émbolo) de vidrio o acero, limpia y seca.
  • Café colombiano de especialidad, molido grueso. Cantidad: aprox. 15 g de café por cada 250 ml de agua (unas 2 cucharadas soperas colmadas por taza).
  • Agua filtrada caliente, casi hirviendo (92-96 °C es ideal).
  • Cuchara de madera o plástico para revolver.
  • Taza(s) precalentadas para servir.
  • Balanza de cocina (opcional): para medir café y agua con precisión.
  • Molinillo de café (opcional): si usas granos enteros, muélelos justo antes de la preparación para mayor frescura.

Preparación paso a paso

  1. Calienta el agua: Pon a calentar el agua hasta que casi hierva. Si no tienes termómetro, retírala del fuego justo cuando empiece a burbujear y déjala reposar unos segundos.
  2. Muele el café: Si tus granos son enteros, muélelos en tamaño grueso (similar al pan rallado o sal gruesa). Necesitarás unos 15 g de café por cada 250 ml de agua; ajusta según el tamaño de tu prensa francesa.
  3. Precalienta la prensa: Vierte un poco de agua caliente en la prensa francesa vacía y agítala suavemente para que se caliente. Luego deséchala. Esto ayuda a mantener la temperatura durante la infusión y elimina posibles sabores residuales.
  4. Añade el café molido: Coloca el café molido grueso en el fondo de la prensa, nivelándolo un poco con la cuchara para que quede parejo. El aroma a tostado fresco empezará a notarse, anticipando lo que viene.
  5. Vierte el agua (primera parte): Agrega agua caliente hasta cubrir por completo el café (aproximadamente el doble del volumen de café molido). Asegúrate de mojar todos los granos. Espera unos 30 segundos y observa cómo el café libera sus aromas y comienza a “respirar”. Este breve reposo permite que se active el sabor de los granos molidos.
  6. Completa el vertido: Pasados esos segundos, vierte el resto del agua caliente de forma lenta y circular, llenando la prensa hasta el nivel deseado (dejando un pequeño espacio libre arriba). Remueve suavemente con la cuchara para mezclar el café con el agua de manera homogénea.
  7. Tapa y deja infusionar: Coloca la tapa con el émbolo arriba (sin presionar aún) y deja que el café infusione durante 4 minutos. Este tiempo de reposo extrae los aceites y sabores profundos del café colombiano, resultando en un cuerpo aterciopelado.
  8. Presiona el émbolo: Sostén la prensa con una mano en el asa y, con la otra, baja el émbolo lentamente y con control. Presiona hacia abajo sin prisa, sintiendo la leve resistencia. Este movimiento delicado evita que sedimentos finos enturbien la bebida y asegura una extracción equilibrada.
  9. Sirve y disfruta: Vierte el café directamente en tu taza precalentada. Acércate la taza a la nariz primero, para disfrutar el aroma envolvente, y luego toma un sorbo. Siente el cuerpo completo y las notas achocolatadas o afrutadas que caracterizan al café de Colombia. ¡Salud por este comienzo de día lleno de sabor!

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